La expresidenta buscará acercar posiciones con el fin de sellar un acuerdo para evitar unas elecciones que, en los hechos, nadie quiere jugar. El gobernador bonaerense evitará referirse a la interna y jugará su propio partido con la responsabilidad de mantener a todos cerca y sin quiebres.
El peronismo atraviesa momentos decisivos de cara al cierre de listas rumbo a la designación de nuevas autoridades a nivel nacional. La crisis interna, continúa. Y pese a que desde los diferentes sectores buscan acercar posiciones, todavía no hay certezas de cómo terminará la novela partidaria. Pero hay algo que sí está claro: el 17 de noviembre no habrá elecciones. Al menos, eso es lo que dicen los dirigentes territoriales que apuntalan las diferentes corrientes. Las condiciones no están dadas y lo que se pondría en juego sería todavía más grande que la propia definición de un nuevo presidente.
En otras palabras, el peronismo está casi obligado a ir a una lista de unidad debido a que la maquinaria que implica ir a una elección interna no está aceitada. Poner en juego el padrón de afiliados, incluso, podría ser contraproducente. Y llevar los comicios a un futuro que de seguro terminaría judicializado. Algo que, en estos momentos, terminaría por desviar la principal atención de ser una oposición incómodo para el gobierno nacional.
Las fechas están marcadas. Y algunas cartas, también. El tiempo para reunir los avales es hasta el 19 de octubre, día límite para la presentación de listas. Hasta el 22 habrá tiempo de impugnar postulaciones y hasta el 24, en caso de ser requeridos, de presentar los reemplazos. La oficialización de las nóminas será el 25/10 mientras que los modelos de boletas deberán exhibirse antes del 1 de noviembre. Spoiler: poco de esto pasará.
La expresidenta de la Nación, Cristina Fernández, busca la unidad obligada. Y para eso deberá llegar a un acuerdo con el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Un arreglo político que tendrá implicancias más allá del propio partido y que, en los hechos, también impactará de lleno en el territorio bonaerense, donde el mandatario, Axel Kicillof, mantiene a través de quienes lo apuntalan, un enfrentamiento con el titular del PJ provincial, Máximo Kirchner.
CFK intentó comunicarse con Quintela en los últimos días, pero no lo consiguió. Según pudo saber este medio, el gobernador intentará devolver la llamada este lunes o “mañana a más tardar”, según confiaron fuentes cercanas al riojano. ¿La intención? Poder acercar posiciones que permitan cerrar un acuerdo partidario y no provocar una sangría en el peronismo. “Nos gustaría poner a consideración de ella esta práctica que permita que el afiliado pueda determinar quién quiere que los represente y conduzca en esta nueva etapa”, manifestó en las últimas horas Quintela en un claro para presionar en su favor.
Día de la Lealtad
“Poder anunciar la unidad para el jueves sería ideal”, le dice a este medio un diputado bonaerense que trabaja en favor de CFK. “Seguro ella lo tiene más claro que nosotros así que es solo cuestión de esperar”, agregó. El día mencionado es el 17 de octubre, el Día de la Lealtad. Una fecha que podría cobrar más fuerza aún en este año de oposición y con una interna tan marcada.
Ese mismo día, Kicillof se presentará en Berisso, el kilómetro cero del peronismo. El acto, que lo tendrá como principal orador, servirá para que el gobernador se cuelgue una nueva “cucarda” peronista como ya hizo con anterioridad el pasado 1 de julio cuando encabezó un encuentro por el 50 aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón en la Quinta de San Vicente.
Ahora, Kicillof contará con la presencia de toda la dirigencia que hoy lo promueve como principal líder la oposición nacional. Los intendentes que lo respaldan dirán presente como también la militancia de Patria y Futuro y La Patria es el Otro, las corrientes que conducen los ministros Carlos Bianco y Andrés Larroque, respectivamente.
Lo que está claro es que más allá de los acuerdos que haya a nivel nacional, ni CFK ni Quintela estarán presentes. Kicillof evitó referirse sobre la interna. Y seguirá en esa línea. Tiene en claro que pese a que algunos de los dirigentes le piden “una señal” en favor del riojano no le conviene meterse de lleno con una declaración que, a la larga, pueda jugarle en contra.
Además, hay más factores en juego. Desde el kicillofismo buscan bajar el tono de lo que podría ser un conflicto provincial más allá de lo que se dé en el marco nacional. Las declaraciones de Rubén Eslaiman, vicejefe de bloque de Unión por la Patria en la Cámara baja de la Legislatura, no pasaron desapercibidas.
“Creemos que no es tiempo de pensar divisiones y listas del 2025. Pero también como Frente Renovador dejar claro… si va a haber 2, va a haber 3 listas en la Provincia de Bs As. Para que nadie crea que es dueño de la voluntad de cada espacio!!!!!!”, manifestó el dirigente del Frente Renovador. A saber: Eslaiman es la voz bonaerense de Sergio Massa.
El mensaje, en favor de la unidad, dejó también algunas líneas abiertas para cerrar discusiones que hoy por hoy atentan contra la construcción de una oposición fuerte ante un gobierno nacional que busca tejer alianzas a nivel bonaerense con el fin de dar el golpe en el principal bastión del peronismo.
Fuente: Bruno Lazzaro, Para Data Clave.
